Tan bella que cualquiera podría enamorarse de ti.
Tan monumental como el terreno que recorre tu cuerpo.
Tan pintoresca como el retrato más bello.
Tan amable que siempre muestras tu mejor cara.
Tan buena que ofreces cobijo y comida al que pasa.
Tan generosa que lo das todo a cambio de nada.
Tan grande que acoges a quienes vienen a tu seno y viven de ellos.
Tan humilde que callas cuánto vales y lo hermosa que eres.
Tan cariñosa que abrazas a cuántos te rodean
Tan extraordinariamente guapa que nada te iguala.
Tan protectora, tan madre naturaleza con tu esplendorosa Sierra.
Tan propia, tan nuestra, querida Sierra de Gata, tierra de gente noble y buena.
Con el alma más pura y el corazón más grande que, aunque la mano del ser humano pretenda ennegrecer tu verde manto, jamás podrá apagar tu maravilloso canto. Ni robarte tanta belleza y grandeza. Ni a los que te veneramos, GRITAR EL AMOR POR Ti MÁS ALTO. Resurgirás de tus cenizas y florecerás cada primavera, en cada rincón de esta hermosa Sierra en una tierra que es tuya y mía, más que nuestra.