La literatura es...

LA LITERATURA ES...

El arte que utiliza como instrumento la palabra.
Y para mí la palabra es la herramienta
más poderosa que tenemos los seres humanos.
Es la llave maestra que abre todas las puertas.
Sin ella no seríamos "nada";
con ella lo somos "todo" porque podemos
expresar nuestras ideas, pensamientos, sentimientos...
podemos conocernos a nosotros mismos,
a los demás; sentir placer y un sin fin de emociones...; viajar, descubrir el mundo,
nuestro entorno; comunicarnos; compartir experiencias, conocimiento, cultura... y
"SOÑAR, SOÑAR SIEMPRE QUE TODO ES POSIBLE".

Yo, con la palabras puedo crear poesía,
relatos, cuentos... hacer que los personajes
cobren vida y vivan su propia historia.
Puedo construir el mundo que yo quiera
y plasmarlo en letras.

Con la literatura puedes leer, escribir y romper fronteras.
"PERMÍTETE SOÑAR Y DERRIBA TUS PROPIAS BARRERAS"

viernes, 4 de junio de 2010

INSTINTO FIEL


                                                  No te basta con una mirada
ni si quiera el caer de una lágrima
¿Es que acaso todo lo son las palabras?

No hacen falta lágrimas
para que los ojos lloren

No hacen falta heridas
para que la piel sangre

No hacen falta suspiros
para que el alma lamente

No hacen falta caricias
para que el cuerpo tiemble

No hacen falta besos
para que el corazón se acelere

Recuerda que:

No me hacen falta palabras
que te de tu boca se asomen
Porque puedo leer en tu ojos
lo que tus labios esconden.

lunes, 31 de mayo de 2010

UNIDOS POR UN PRESAGIO

3ª PARTE

La suerte de Leonardo era ahora incierta, un caballero lo llevaba en su carruaje, cabalgando velozmente entre los árboles y dirigiéndose hacia un paradero desconocido. El pequeño lo miraba atentamente y no lloraba, pareciera como si no se hubiera dado cuenta de aquel extraño cambio y con normalidad era conducido al “reino de Sirivijaya”; un reino que llevaba el nombre de su propio rey. Un rey poderoso y muy sabio. 

Leonardo miraba en todas direcciones, el carro continuaba moviéndose y zarandeando al niño. Quieto y tranquilo observaba su alrededor. 
Se adentraban en parajes desconocidos, insólitos y lúgubres. Un camino les conducía hacia un castillo de torres elevadas y adornadas con ventanas. Era una fortaleza lujosa propia de una poderosa realeza.
La neblina del lugar envolvía a aquel caballero y una bruma espesa atípica en una noche de verano, hacían, que a cada paso, desaparecieran entre tan tremendo oleaje. El camino estrecho y angosto precipitaba al caballero a su destino. Tras una larga cabalgata, el caballo se detuvo a los brazos del castillo. Su sombra hacía fiel reflejo en el agua del río y el caballero aguardaba impaciente la llegada del guardián de los portones.
                                                    Continuará...